lunes, 11 de mayo de 2009
Lo que ya no está
Hola, soy un pirata cualquiera, uno de los que intervienen en la ruta Valencia-Baleares. Puede que el único. Con toda seguridad. Ya sabréis a qué me dedico. Ahora este negocio no es como antes. Lo de robar y sabotear es lo que no es lo mismo. Antes, abordaban un barco, asaltaban a sus tripulantes, y todo era coser y cantar, qué os voy a contar. Sin embargo, ahora, ¿qué tipo de barco atacas? Pues… desde luego, no uno como los de entonces.

He vivido y visto mucho, y me he dado cuenta de los cambios que se han producido. Yo sigo ejerciendo pese a todo, porque mi espíritu sigue siendo el mismo, y sigo siendo fiel a mí mismo y a mis ideales. Entonces, ¿qué más da el robar? Fortuna, tengo de sobra; ambiciones, sin embargo, también de sobra, pero lo llevo bien. Ahora, atacas un navío y, cuando apareces en cubierta, casi se te ríen por lo que representas. Que estás pasado de moda, afirman, que ya no hay sitio para ti. ¿Cómo que no? Estáis en el mar, y el mar es todo mío. Todos los mares son míos, y yo soy suyo. Sólo míos y yo sólo suyo. Esa gente en bañador, con ganas de disfrutar de unas relajadas vacaciones en la costa, se burla de mí, cuando yo debería hacerlo de ellos.

¿Puede que mi labor esté perdiendo sentido? ¿Que la fe no sea tan fuerte? ¿Que mi mundo se esté derrumbando?

No sé qué voy a hacer ahora. He empezado a contar esto de manera bastante optimista, pero esto es sólo mentirme a mí mismo. Soy viejo, y no tan hábil como antes, y estoy cansado, y hambriento. Hambriento de aventuras que correr, de corrientes que superar, de bravos océanos que surcar. Quiero hacer todas esas cosas, pero me duelen los huesos.

Todo se acaba. Llega un momento en que todo se acaba. Se va, como si nunca hubiera estado ahí. Es todo tan efímero, como las flores que florecen en la primavera y se marchitan en verano. Eso es lo que hace que la vida sea bella, los momentos buenos. Los momentos que te llenan. La libertad me llenaba, y me sigue llenando. Ahora sí que soy más libre, cuando no interactúo ni con mis presas humanas. ¿Es eso libertad? ¿O aislamiento no pretendido? ¿Marginación? Sí, soy un marginado, siempre lo he sido, lo hemos sido, desde que existimos nosotros los piratas. Huíamos de la sociedad, nos escapábamos de ella, pero ahora yo no es que me escape voluntariamente… es que no me queda otra porque la gente no cree en nosotros. Ahora es cuando los busco. Todo se ha venido abajo, qué se le va a hacer.


Arizona Dylan

0 comentarios:

A día de hoy...

Día 10 de noviembre de 2010: Siguen las mini-entradas. Diego

Let's make this happen recomienda

Blogs recomendados