sábado, 13 de junio de 2009
Hansel i Gretel
Vet aquí que una vegada hi havia uns germans que es deien Hansel i Gretel i que vivien amb els seus pares al camp. Com que estaven en crisi, i no podien alimentar els seus fills, la mare, que era drogaddicta, per la desesperació, va decidir abandonar-los en la ciutat i així s'estalviarien uns diners al mes.
Hansel va escoltar la conversació i va agafar el GPS dels seus pares per a poder tornar a casa quan foren abandonats.

Al dia següent, la mare es va emportar a Hansel i Gretel a la ciutat, més concretament al Corte Inglés. Els va dir que se n'anava a mirar roba a la secció de joventut i va desaparéixer. Com que Hansel i Gretel sabien que no tornaria, van agafar un taxi i amb el GPS li van dir al taxista com anar a la seua casa.

Quan la mare els va veure es va quedar perplexa. Els va pagar el taxi i els va dir que quan anava a anar-se'n no els trobava i per això va tornar a casa, per a trucar a la policia. La mare va trobar el seu GPS en la habitació dels nens: El va agafar perquè la pròxima vegada no saberen tornar.

Al dia següent se'ls va emportar més lluny que el Corte Inglés: els va deixar a l'altre costat de la ciutat. Aquesta vegada la mare se'n va anar sense dir-los res i Hansel i Gretel no van saber tornar.
Un bon dia, un home els va trobar rodant per la ciutat i, deient-los que tenia menjar, se'ls va emportar a la seua casa. Allà els va fer els seus esclaus, els obligava a netejar el pis i a cuinar per a ell.

Un dia van saber per les notícies que la seua mare havia sigut arrestada per possessió de droga. Com que ella ja no estava, van decidir tornar a casa com fóra, però no tenien diners ni un móbil per a trucar la policia. Al dia següent, van escoltar l'home parlar amb un traficant de nens i deient-li que tenia dos xiquets i que podrien parlar del preu al dia següent en la seua casa. Escoltant això, Gretel li va cridar perquè no sabia com encendre el forn. L'home va arribar i quan va obrir el forn per a explicar-li com fonccionava, Hansel el va ficar dins i va encendre'l. L'home es va cremar i els germans van aprofitar per a trucar a la policia.

Aleshores van arribar els traficants. Van veure fum que sortia del forn al hora que sentiren una pudor a descomposició insuportable. Poc després va arribar la policia i va trobar els traficants traient del forn un home. Aleshores, acusant-los d'homicidi, van arrestar els traficants, i com que portaven droga, els van empresonar per possessió també.

Hansel i Gretel van poder tornar a casa amb el seu pare que estava molt preocupat i van viure pitjor que abans perquè ara no tenien el salari de la seua mare.

Diego
lunes, 8 de junio de 2009
Absurdas invasiones mentales
Otra vez veo solo colores.

Millones de puntos vibrantes de todos los colores inimaginables toman control sobre mi mente cuando me levanto de la silla demasiado rápido de lo esperado. Mis ojos se empañan por aquel exorbitante tapón que nubla mis sentidos.

Formas de distintas tonalidades de un mismo color cubren las figuras de la realidad como si estuvieran debajo de un filtro que son mis párpados, mínimamente traslúcidos por lo que parece.

Y, dejando a un lado efectos explicables por la ciencia, oigo tal nombre y un color acude a mi mente instantáneamente. Él es azul marino y verde oscuro, ella es azul turquesa y ocre, él es una mezcla entre azul celeste, malva y gris perla, y esa otra tiene su lado bueno y malo: habitualmente es de un color rosa fucsia pero tiene su lado amarillo chillón. Es el aura de la gente. Es algo superior a mí, no puedo controlarlo.

Los colores dirigen mi vida. Se podría decir que me dejo llevar por ellos, pero no que no paro de pensar en ellos, porque lo cierto es que no lo fuerzo. Unos días son más pálidos que otros que están definidos por una viveza que se acerca a la florescencia; y hay veces en las que los objetos que vi ayer en el mismo sitio y que se encontraban en las mismas condiciones climáticas y luminosas, hoy adquieren otra tonalidad que hace que me pregunte si esto es patológico.

Y qué me dices a esto. Un elemento de la tabla periódica, el Nitrógeno, mismo: es claramente de un color calabaza puro. Es obvio que el Oxígeno es blanco como la nieve virgen, y, el Bromo, indudablemente se parece más al verde césped.

Y, ¿qué pasa con los números reales? También tienen su propio color, no van a ser menos que lo demás. El uno, plateado o blanco depende de cómo me dé; el dos, un rojo pasión por lo que la cifra puede significar; el tres es de un azul claro pero intenso, bastante atrayente…y, por la noche, brilla cual zafiro; el cuatro, un marrón no muy agraciado; el cinco, verde mar. Y así se podía seguir y seguir.

Y las letras, esos caracteres que se diferencian tanto dependiendo del país de donde sean de origen. Hablando de la escritura occidental, la a es más azul que el pájaro de la felicidad; la e es endiabladamente verde; la i es amarillo pálido como un pollito del ave nombrada; en la o, el contorno de su circunferencia es rojo sangre, y el interior está oscuro como boca de lobo; y, por último, la rezagada u viste un orgulloso morado.

Mucho tiempo atrás, hice un pacto del que no puedo salir ya más. Las cosas del día a día son más divertidas si se ven, como hago yo, no se miran, son términos diferentes, desde esa perspectiva. Me he desviado un poco del ángulo recto, en muchos sentidos, pero eso es lo que hace que mi vida no sea equiparable a la millonésima parte de un cuarto de la de cualquier otro.

Se puede mirar a tu alrededor y ver lo que te interesa ver, amoldarlo a tus necesidades del momento para que te saquen de la monotonía. Pero, si naces con una “deficiencia” visual como la mía, puede que sea por la alergia que tengo al sol, te aseguro que nada será lo mismo desde que te des cuenta. A partir de eso, a disfrutar de ese don.

Ya no sé si puedo continuar, porque motas de colores invaden frenéticamente mi campo de visión como parásitos de baja calaña. Pero, a la vez, me nutren con sutiles ideas sobre lo que me rodea, y pasan a ser microbios de los que me beneficio a la vez que ellos hacen lo propio. Llegar al estado de simbiosis no era tan difícil, al fin y al cabo. Ahora me han atrapado con este contrato vitalicio de mutua conveniencia. Porque ellos no serían nada sin mí ni yo sin ellos.

Ha sido escueto, pero es algo que me va afectando cada vez más y me asusta de lo que me gusta.





DYLAN
miércoles, 3 de junio de 2009
Distracción
Ahora que ya se ha acabado el oral no tengo que estudiar más. No sé que hacer, estoy sentado delante del ordenador escuchando música. ¿Por qué necesito una distracción para estar tranquilo? Cuando intento relajarme, tumbándome en la cama por ejemplo, me asaltan miles de pensamientos que ni siquiera sabía que estaban ahí, y eso me incomoda. Es como si el mundo entero me hablara, como si escuchara conversaciones que no tienen nada que ver conmigo pero que, aún así, las oigo. Me acuerdo de cosas pasadas o de cosas que puede que haga, visualizo objetos que he tenido ese mismo día delante o que me marcaron en el pasado, incluso siento las emociones que he sentido o que sentí. Que sensación tan extraña. En el fondo me gusta sentirme así, lo malo es que entonces no estoy tranquilo. Tal vez sea por la presencia de tanta información en mi cabeza que no me deja ni respirar, o tal vez sea sólo por el hecho que quiero descansar y no me apetece pensar. Yo diría que toda esa información la voy almacenando durante el día, voy analizando inconscientemente cada cosa que veo y luego la proceso cuando no me estoy distrayendo. Cuando lo pienso sonrío, en realidad me gusta analizar las cosas que me rodean, preguntarme acerca de ellas. Intento entender el comportamiento de las personas, saber porque hacen esto o lo otro. Que manía más rara tengo, pero es que tengo mucha curiosidad y con el tiempo la voy saciando, porque cada día que pasa voy entendiendo mejor a las personas. Aunque todavía no entiendo muchas cosas de mí y me gustaría encontrarles explicación, intentar explicar cosas ajenas a mí consigue llenarme y hace olvidarme de mis verdaderas preocupaciones. Es una especie de distracción. Todos necesitamos al menos una para no pensar en lo que realmente nos preocupa: la muerte. Todo, absolutamente todo lo que nos rodea está predispuesto para que no pensemos en lo que nos deparará el futuro. En realidad somos patéticos, ni siquiera podemos valernos por nosotros mismos, pero eso es porque no conocemos el sentido de nuestra vida, si lo conociéramos entonces no haría falta vivir. Su sentido se encuentra en el camino que recorremos para encontrarlo, plagado de distracciones que nos impiden ver la verdad, pero lo cierto es que no queremos saberla. Y la verdad es que nunca sabremos la verdad.

Diego

A día de hoy...

Día 10 de noviembre de 2010: Siguen las mini-entradas. Diego

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