lunes, 8 de junio de 2009
Absurdas invasiones mentales
Otra vez veo solo colores.

Millones de puntos vibrantes de todos los colores inimaginables toman control sobre mi mente cuando me levanto de la silla demasiado rápido de lo esperado. Mis ojos se empañan por aquel exorbitante tapón que nubla mis sentidos.

Formas de distintas tonalidades de un mismo color cubren las figuras de la realidad como si estuvieran debajo de un filtro que son mis párpados, mínimamente traslúcidos por lo que parece.

Y, dejando a un lado efectos explicables por la ciencia, oigo tal nombre y un color acude a mi mente instantáneamente. Él es azul marino y verde oscuro, ella es azul turquesa y ocre, él es una mezcla entre azul celeste, malva y gris perla, y esa otra tiene su lado bueno y malo: habitualmente es de un color rosa fucsia pero tiene su lado amarillo chillón. Es el aura de la gente. Es algo superior a mí, no puedo controlarlo.

Los colores dirigen mi vida. Se podría decir que me dejo llevar por ellos, pero no que no paro de pensar en ellos, porque lo cierto es que no lo fuerzo. Unos días son más pálidos que otros que están definidos por una viveza que se acerca a la florescencia; y hay veces en las que los objetos que vi ayer en el mismo sitio y que se encontraban en las mismas condiciones climáticas y luminosas, hoy adquieren otra tonalidad que hace que me pregunte si esto es patológico.

Y qué me dices a esto. Un elemento de la tabla periódica, el Nitrógeno, mismo: es claramente de un color calabaza puro. Es obvio que el Oxígeno es blanco como la nieve virgen, y, el Bromo, indudablemente se parece más al verde césped.

Y, ¿qué pasa con los números reales? También tienen su propio color, no van a ser menos que lo demás. El uno, plateado o blanco depende de cómo me dé; el dos, un rojo pasión por lo que la cifra puede significar; el tres es de un azul claro pero intenso, bastante atrayente…y, por la noche, brilla cual zafiro; el cuatro, un marrón no muy agraciado; el cinco, verde mar. Y así se podía seguir y seguir.

Y las letras, esos caracteres que se diferencian tanto dependiendo del país de donde sean de origen. Hablando de la escritura occidental, la a es más azul que el pájaro de la felicidad; la e es endiabladamente verde; la i es amarillo pálido como un pollito del ave nombrada; en la o, el contorno de su circunferencia es rojo sangre, y el interior está oscuro como boca de lobo; y, por último, la rezagada u viste un orgulloso morado.

Mucho tiempo atrás, hice un pacto del que no puedo salir ya más. Las cosas del día a día son más divertidas si se ven, como hago yo, no se miran, son términos diferentes, desde esa perspectiva. Me he desviado un poco del ángulo recto, en muchos sentidos, pero eso es lo que hace que mi vida no sea equiparable a la millonésima parte de un cuarto de la de cualquier otro.

Se puede mirar a tu alrededor y ver lo que te interesa ver, amoldarlo a tus necesidades del momento para que te saquen de la monotonía. Pero, si naces con una “deficiencia” visual como la mía, puede que sea por la alergia que tengo al sol, te aseguro que nada será lo mismo desde que te des cuenta. A partir de eso, a disfrutar de ese don.

Ya no sé si puedo continuar, porque motas de colores invaden frenéticamente mi campo de visión como parásitos de baja calaña. Pero, a la vez, me nutren con sutiles ideas sobre lo que me rodea, y pasan a ser microbios de los que me beneficio a la vez que ellos hacen lo propio. Llegar al estado de simbiosis no era tan difícil, al fin y al cabo. Ahora me han atrapado con este contrato vitalicio de mutua conveniencia. Porque ellos no serían nada sin mí ni yo sin ellos.

Ha sido escueto, pero es algo que me va afectando cada vez más y me asusta de lo que me gusta.





DYLAN

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo que decir que me a encantado leerlo, es como si me hubiera quedado pensando, el los colores que tienen esas cositas chiquititas que se ponen en las tartas, adrable hasta la medula:).

PD: Si eso que es tan mono k se pone en las tartas ya sabes.
Mar

Anónimo dijo...

y tu, Dylan, de qué color eres? todo el mundo sabe que eres verde manzana! me ha gustado, pero me ha dejado con las ganas; deberías de ir más allá, plantearte la razón por la cual ves todo en colores, qué puede simbolizar cada cosa, tembién puedes deberías subrayar la subjetividad de esos colores, según tu estado de ánimo, según la persona (puesto que cada persona ve colores distintos; por ejemplo, yo no identifico el 1 con el plateado o el blanco) o las experiencias vividas. Lo que más me ha gustado ha sido la metáfora de la bacteria.

Un beso Dylan, ya nos veremos
J. René

A día de hoy...

Día 10 de noviembre de 2010: Siguen las mini-entradas. Diego

Let's make this happen recomienda

Blogs recomendados