miércoles, 26 de mayo de 2010
Disco de la semana - Yeah Yeah Yeahs
YEAH YEAH YEAHS - IT'S BLITZ (2009) - Polydor Ltd. (UK), Interscope

Cambio radical. Así se define el nuevo rumbo que ha tomado este trio de Nueva York. Si en Show your Bones sacaban su lado más indie y rockero, en este parece que han querido dar un giro y pasarse a la electrónica, aunque visto el panaroma actual de la música indie, parece que todos deciden pasarse a la electrónica, como si fuera una etapa ineludible en la vida de todo grupo indie (pienso en la decepción que me llevé con Bloc Party). Es ya el tercer álbum de esta banda reconocida mundialmente, y nada más salir su primer single Zero ya los pusieron como tercer mejor álbum del año y mejor single del año. La gente cambia, los gustos cambian, y Yeah Yeah Yeahs lo han hecho, aunque siguen manteniendo el espíritu que siempre han tenido y aunque sea otro género musical se les sigue reconociendo con facilidad.

Ahora bien, pasemos al análisis del disco. Comienzan con Zero, esa canción que se dice la mejor del año 2009, cuando en realidad es bastante simple y mediocre, ya que el disco contiene grandes canciones que pasarían por hits mucho antes que esta, pero si así lo han querido los críticos yo no soy quien para juzgarles. La canción en si es muy eighties, melodía rápida y repetitiva, con sintetizador, guitarra eléctrica más retocada que la voz de Britney Spears y una batería muy simple que da el ritmo. Eso sí, la voz de Karen O sigue sonando increíble y demuestra que queda bien en cualquier estilo. Pasamos a Heads will roll, una canción realmente trabajada. Esta vez el sintetizador crea una melodía mucho más compleja y la batería adquiere mucha más importancia, con ritmos de dance ochenteros. Ésta es una de esas canciones que dan vida al disco, con momentos más rock y otros en los que parece un trozo de una canción de Peaches. De escucha obligada. Soft Shock, tercera canción del disco, da mucha más importancia a la guitarra eléctrica y podría recordarnos a los antiguos Yeah Yeah Yeahs, tal vez esté hecha para prepararnos para Skeletons, cuarta canción del álbum que se aleja totalmente de las tres anteriores, una balada electrónica, de esas que desconciertan y a la vez te abstraen de la realidad, como si se tratara de Bat for Lashes o The XX. Como continuación viene Dull Life, pero aunque al principio parezca otra balada en seguida empieza a coger ritmo y se convierte en, me atrevería a decir, la mejor canción del disco, la más enérgica y cuidada, donde la voz de Karen O sobresale, los arreglos son más que frecuentes y las guitarras suenan mejor que bien, una canción indie perfecta. A partir de aquí bajan el nivel, con Shame and Fortune, sexta canción del disco, nos demuestran que saben hacer de todo, pero que no siempre lo hacen bien. Es una canción que aún así entra bien, pero en la que se abusa de la dureza de sus instrumentos y se mezcla con elementos psicodélicos que no quedan muy bien juntos, pero bueno esta canción es versátil, o os encantará o la odiaréis. Runaway, un pequeño descanso como séptima canción del disco, una balada preciosista, una melodía de piano acompañada de guitarras eléctricas y una gran variedad de instrumentos de cuerda que generan un aire de orquesta. Con la incorporación de la batería hacia la mitad de la canción, ésta alcanza su máximo grado de perfección, y comparte junto a Dull Life el podio a la mejor canción del disco. Un arpa introduce a Dragon Queen, un sonido que en seguida se apaga dando paso a los sonidos electrónicos. Un ritmo de hip-hop y una melodía oriental, se mezclan con la música electrónica americana, un buen conjunto que no deja indiferente. El disco se va acabando y se nota, Karen O canta cada vez con más nostalgia, y así lo demuestra en la novena canción del álbum Hysteric, una canción muy simplona que sigue la estela de Zero pero sin ser tan electrónica. Y para acabar, Little Shadow, la tercera balada de It's Blitz que lo concluye. Suena grandiosa, como debe ser la despedida de un álbum. Si hay algo que siempre me ha fastidiado es que se acaben los álbumes lentamente y de la peor manera, pero si se hace como lo hacen Yeah Yeah Yeahs aquí entonces se lo permito.
La edición especial incluye cuatro versiones acústicas de Soft Shock, Skeletons, Hysteric y Little Shadow. Sólo puedo decir que son geniales, casi las consideraría canciones nuevas dada su increíble calidad.

Para los que sólo quieran escuchar lo mejor de este disco, os recomiendo que le echéis un vistazo a: Zero, Heads will roll, Dull Life y Runaway. Para los que les vaya más lo psicodélico, escuchad más bien Skeletons y Shame and Fortune.

¿Conclusión? Pues, un 10. ¿Por qué? Pues porque a pesar de todo este álbum en su conjunto está construido sobre bases sólidas de la electrónica, a las que cada canción le añade su parte característica que puede o no gustar, pero que no quita que como resultado sea un gran trabajo, original y con buena producción y además muy variado. Muchos grupos hay por ahí de indie y electrónica, muy buenos sí, pero que se repiten y eso al final cansa. Sin embargo Yeah Yeah Yeahs no cansa y si siguen por este camino harán cosas muy grandes.

Diego

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