viernes, 14 de mayo de 2010
Disco de la semana - Blue Rodeo
BLUE RODEO - THE THINGS WE LEFT BEHIND (2009) - Warner Music Canada

Un halo de luz ilumina de nuevo el camino que este grupo canadiense sigue. Un camino siempre marcado por baladas y música country. No es de extrañar que todos sus fans (en los que me incluyo) sigan queriéndoles como en el primer día. Ya con su primer álbum, Outskirts, sorprendieron al mundo con su talento, y ahora, 23 años después, siguen sonando tan bien como al principio. Sin alejarse de su sonido característico, nos dejan un nuevo álbum, The things we left behind, a finales de 2009. Caben destacar las voces de sus geniales cantantes y guitarristas, Jim Cuddy y Greg Keelor, que no dejan indiferente a nadie, tan moduladas y cuidadas, dando sentimiento a cada canción que cantan.
El álbum se compone de dos discos, con ocho canciones cada uno, llegando en su conjunto casi a la hora y media de escucha, lo que es una verdadera proeza hoy en día y más con tan solo dos años de margen con su anterior trabajo Small Miracles, otro fantástico trabajo en la carrera musical de estos genios. El primer disco comienza con el single All the things that are left behind, una gran canción sin duda, en la que se exprime todo el talento de sus dos nuevas adquisiciones, el multi-instrumentalista Bob Egan (venido de Wilco) y el teclista Bob Packwood, con sonidos exóticos, venidos de otras culturas y combinados con geniales punteos y la voz áspera pero dulce de Greg Keelor, todo para crear una estupenda balada. Le sigue, para hacer contraste, One more night, una canción que mezcla riffs de power pop, una guitarra de country y unos teclados que recuerdan al garage y al soul, y un ritmo rápido seguido de la perfecta voz de Jim Cuddy. Después el álbum va consolidándose y adquiriendo forma, convirtiéndose en una sola unidad. Nos dejan grandes hits como los singles Never look back, un homenaje al power pop de los 70, y One light left in heaven, una balada folk con arpegios acústicos, la melodía del piano de Bob Packwood y un violín, todos incluídos en el primer disco, y grandes canciones como Sheba, que sigue la estela de One more night y Don't let the darkness in your head, canción introductora de su segundo disco y con un estilo similar a su primer single, pero dando más importancia al piano. De su segundo disco pues, hay que destacar Arizona dust y In my bones, una canción country y una balada respectivamente en las que continúan el estilo de su anterior álbum sin alejarse ni un ápice. Además de Candice en la que mejoran aún más si cabe el estilo que tenían, haciéndolo totalmente redondo, y la larga canción que concluye el álbum, Venus rising, que dada su complejidad dejaré que vosotros mismos la juzguéis.

Si tan sólo queréis tener una idea del disco sin escucharlo en su integridad, escuchad en este orden las siguientes canciones: All the things that are left behind, One more night, One light left in heaven, Never look back, In my bones, Arizona dust y Candice. En total son siete canciones, pero es que dada la longitud del álbum (16 canciones) es difícil resumirlo en unas pocas sólo.

Para finalizar, le doy un 9/10. Nunca alcanzarán la perfección, aunque no dudo de su capacidad viendo los grandes álbumes que tienen como The days in between o Five days in july. Recomiendo su escucha, aunque no hayáis escuchado sus anteriores LPs, estoy seguro que os emocionará y os fascinará como un grupo que ya tiene 23 años pueda seguir creando cosas tan bonitas y tan frescas y siempre sin desviarse de su sonido característico.

Diego

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