jueves, 21 de enero de 2010
Dedicatoria
(Esta vez es una dedicatoria decente)
Para Amelia:

A veces te sientas y observas lo que tienes delante. Le das poca importancia, la justa y necesaria, o ni siquiera te fijas y tu mirada se pierde en un punto invisible de la lejanía. Que poco sabemos de lo que más cerca tenemos y cuanto pretendemos saber sobre lo que desconocemos. Así somos, unos fanfarrones, creemos ser modestos pero en realidad somos vanidosos y egoístas... ¿Qué es entonces lo que nos hace querer a las personas? ¿Por qué esa necesidad de tener gente a nuestro alrededor? Somos egocéntricos, ¿No nos basta con nosotros mismos? Tú misma te habrás dado cuenta, al igual que la mayoría de las personas racionales de este planeta. La respuesta se haya en cada uno de nosotros, en nuestro carácter, en nuestra personalidad. Esa característica común que poseemos, ese ego tan grande, no es más que un obstáculo en nuestra vida, en nuestra búsqueda de la felicidad. Y para paliar los efectos de este rasgo nos rodeamos de más humanos, compartimos con ellos las cosas, las impresiones, los gustos, los cotilleos, etc. Pero no es más que una ilusión a la que estamos acostumbrados. "Cuanto pesimismo" pensarás, y sí, es cierto, a veces veo la vida de un color oscuro, con una mirada fría y escudriñadora, sacándole todos los defectos y sin mirar lo bonita que es. Pero ahora toca romper toda mi argumentación, así que sólo puedo decir que conociéndote a ti dudo mucho que el hombre sea tan malvado. Tú me has aportado grandes momentos en esta vida, momentos que hemos compartido con felicidad, riendo, divirtiéndonos... ¿Acaso esos momentos son fruto del más puro interés? ¿No son entonces más que meras ilusiones? Lo pongo en duda, porque gracias a ti he aprendido muchas cosas, y me he hecho mejor como persona, y eso sólo se puede agradecer, y el agradecimiento no es precisamente la característica de alguien egoísta. Contigo, acabo de demostrar que las personas podemos ser bellísimas por dentro, tanto que a veces asusta. Por eso quería dedicarte esta reflexión, porque tú eres el ejemplo que he querido escoger.
Sé que ya no hablamos tanto como antes pero aún así creo que te mereces esta dedicatoria, porque estamos retomando el contacto y creo que eso hay que celebrarlo. Muchas gracias por todo Amelia, no puedo más que decirte que te quiero un montón y que espero que te haya gustado este texto. Espero que sigamos siendo amigos por mucho más tiempo :)

PD: Si buscabas algo expresivo y lleno de carcajadas y caritas sonrientes entonces siento no haberlo escrito de tu agrado. Aún así quiero que sepas que detrás del texto está la intención, que es realmente lo que cuenta. Hacía tiempo que quería dedicarte algo y no lo sé muy bien pero creo que este era un buen momento. Gracias por ser como eres, ojalá sigas así el resto de tu vida, sólo espero que no te vuelvas más loca de lo que ya estás!

Diego

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